Desde hace varios años que como organización nos encontramos trabajando en la protección de las turberas de nuestro país, donde hemos podido estudiarlas, relevar su importancia y protegerlas mediante la implementación de figuras de protección reconocidas en Chile, como lo son los Santuarios de la Naturaleza y una propuesta futura de Sitio Ramsar que espera contribuir con estos objetivos.
Compartimos con ustedes imágenes de algunas turberas presentes en el archipiélago de Chiloé, humedales que actúan como reservorios hídricos, zonas de recarga y descarga, hábitats de variadas especies y sumideros de carbono, entre otros muchos beneficios ecosistémicos, constituyéndose de esta manera como “Soluciones basadas en la naturaleza” ante la crisis hídrica y climática por la cual atravesamos.
Hoy en día el Congreso sigue discutiendo en Comisión Mixta la “Ley Pompón”, en donde hay acuerdos respecto a proteger las turberas, pero se sigue discutiendo respecto a la extracción de musgo y si esta actividad puede o no ser “sustentable”.
La formación de las turberas fluctúa en el orden de los cientos e incluso miles de años en acumularse, por lo que es fundamental entender que su restauración no tiene cabida en la escala de tiempo humana.
De esta forma nos podemos hacer una idea que la extracción sustentable en un ecosistema de estas características difícilmente puede desarrollarse, ya que no olvidemos que conceptualmente la sustentabilidad nos habla del uso de recursos sin comprometer los de las generaciones futuras y que ningún recurso renovable debería ser explotado a un ritmo superior al de su generación.