En una colaboración entre el Centro de Estudios y Conservación del Patrimonio Natural (CECPAN), la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la SEREMIA Medio Ambiente Atacama, se llevó a cabo el día 12 de abril una visita al Salar de Maricunga, el cual enfrenta grandes retos ambientales significativos debido al desarrollo minero no metálico en la zona. La creciente incertidumbre y la exposición a los impactos de la industria minera plantean preocupaciones serias para los ecosistemas y las poblaciones que dependen de ellos.

El Salar de Maricunga, es un área de gran importancia ambiental y ecológica. Sin embargo, esta área única se encuentra bajo amenaza debido a la expansión de la industria minera, particularmente los proyectos de extracción de litio. Actualmente, hay tres proyectos en proceso de instalación en la zona, lo que ha generado inquietudes sobre los impactos que tendrán en la salud de los ecosistemas y la biodiversidad local.

Uno de los grupos más afectados por estos cambios es la población de flamencos. Estas aves dependen de los salares como hábitats críticos para su alimentación y reproducción. Los cuerpos de agua que afloran en el Salar de Maricunga, como la Gran Laguna, son lugares de importancia vital para estas especies. En enero de este año, se celebró la noticia del nacimiento de 800 polluelos de flamencos en la Gran Laguna, resaltando la importancia de la conservación de estos entornos únicos.

El CECPAN, consciente de los desafíos que enfrenta esta región, está contribuyendo para recopilar datos exhaustivos que permitan evaluar la situación actual del salar y prever los posibles impactos derivados de la industria del litio. Esta iniciativa busca generar información técnica que respalde la toma de decisiones informadas y sostenibles en relación con el desarrollo minero en la zona.

La preocupación por el futuro de los ecosistemas de salares resuena en la comunidad científica y en la sociedad en general. De esta manera el trabajo conjunto entre el CECPAN, CONAF y la SEREMIA de Medio Ambiente Atacama destaca la importancia de la cooperación interinstitucional para abordar estos problemas complejos. Con el conocimiento técnico y los datos generados, se espera que se puedan tomar decisiones que protejan tanto los ecosistemas frágiles como las comunidades que dependen de ellos. El futuro del Salar de Maricunga y su biodiversidad única está en riesgo, y la colaboración y la planificación responsable son esenciales para garantizar su preservación para las generaciones venideras.